Cannabis

Volver a los Orígenes: La Historia de Durban Poison y las Variedades Autóctonas

✍ 28 December, 2023 - 08:22

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¿Cuál es la diferencia entre la Panama Red y la White Widow? ¿Qué diferencia una Afghani de una Northern Lights? ¿Qué hay de Durban Poison y Trainwreck?

Si cultivas marihuana o simplemente te gusta nerdear sobre genética cannábica, lo más probable es que ya sepas la respuesta. Algunas genéticas, como Panama Red, Afghani y Durban Poison, son variedades autóctonas.

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Las variedades autóctonas (cultivares) son tipos de cannabis cuya genética no ha sido alterada durante milenios. Son autóctonas de ciertas regiones del mundo, sobre todo de partes de Asia Central, Asia Meridional, África, las Indias Occidentales y Sudamérica. Los cultivares autóctonos poseen atributos consistentes y diferenciados, dando lugar a una diversa gama de experiencias para las y los connoisseurs del cannabis.

La historia de las variedades de marihuana autóctonas

Según el autor Ernest L. Abel, la historia del consumo de cannabis por parte de la humanidad se remonta a doce mil años atrás. Se cree que los orígenes del cannabis se remontan a las estepas de Asia Central, concretamente a la actual Mongolia y al sur de Siberia.

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Con el tiempo, a través del comercio y la migración, el cannabis se extendió a muchas otras partes del mundo. Como resultado de estos primeros viajes, el cannabis que cultivaban se adaptó a las nuevas condiciones geográficas, dando lugar a las razas autóctonas que conocemos hoy en día.

El estado actual del cannabis autóctono

Los miembros veteranos de la comunidad cannábica quizás recuerden los días de juventud en los que las variedades autóctonas eran los principales tipos de cannabis disponibles en Norteamérica o mientras se recorría la Ruta Hippie.

Ahora, como resultado de la creciente permisividad gubernamental hacia el cannabis, la experimentación, la hibridación y la transferencia de estos cultivares a entornos muy diferentes a los de sus orígenes, todo el panorama del cannabis se ha transformado.

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Muchas variedades autóctonas están en peligro de extinción. Desgraciadamente, existen pocas protecciones para estas especies “autóctonas”, por lo que el seguimiento de su progreso, linaje e historia es una preocupación.

Incluso en el caso de las variedades autóctonas que crecen en su hábitat natural, la introducción de polen de nuevas genéticas puede arruinar estas líneas puras. Es imperativo que la comunidad cannábica preserve las variedades autóctonas existentes antes de que sea demasiado tarde.

Volver a las raíces

Hoy en día, hay una gran cantidad de opciones para aquellos que buscan consumir cannabis por razones recreativas, médicas o espirituales. Sin embargo, el atractivo de volver a las “raíces” del cannabis disfrutando de una variedad autóctona es una perspectiva atractiva para mucha gente. La posibilidad de participar no sólo de una experiencia cannábica única, sino de una tradición que se remonta a los primeros días de la civilización, tiene un atractivo especial en nuestro mundo acelerado y cada vez más desconectado.

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Una de las variedades más buscadas por quienes persiguen la experiencia cannábica “retro” es la Durban Poison.

La historia de la Durban Poison

A finales de los años 70, el columnista de High Times y activista del cannabis Ed Rosenthal viajó a Sudáfrica en busca de nuevas genéticas de cannabis. Durante su visita a la ciudad costera de Durban, Rosenthal se enteró de un cultivo con un tiempo de floración de sólo unos sesenta días, lo que en ese momento era notablemente rápido.

Tras adquirir las semillas, Rosenthal compartió su información sobre este nuevo cultivar, que llegaría a llamarse Durban Poison, con el botánico Mel Frank. A continuación, Frank compartió sus cultivares con Sam the Skunkman, un cultivador y entusiasta del cannabis afincado en Ámsterdam. Posteriormente, Durban Poison, a pesar de sus raíces sudafricanas, pasaría a asociarse con la escena cannábica holandesa.

Durban Poison: un cultivar único y placentero

Durban Poison es una sativa pura con un olor dulce y a pino. Su fuerte presencia de terpenos de D-Limoneno conduce a un dejo cítrico. Los cogollos de Durban Poison son conocidos por ser robustos y redondos, con una gruesa capa de tricomas y glándulas de resina más grandes que la media en la cosecha. Tiene un nivel de THC bastante alto, con una media de alrededor del 15% y un máximo de alrededor del 24%. En cambio, su nivel de CBD es bastante bajo, y rara vez supera el 0,02%.

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Durban Poison es a menudo llamada el “café”, o incluso el “espresso” del cannabis. Es una variedad ideal para cuando quieres sentirte colocado, pero también trabajar o realizar otras actividades productivas.

Los síntomas médicos que suelen responder mejor a Durban Poison son las náuseas, el dolor, las migrañas, el estrés y la depresión. Además, cualquier persona que necesite un aumento de la energía, la creatividad, la sociabilidad o la eficiencia en el trabajo podría considerar la posibilidad de probar Durban Poison.

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