Cómo Preparar Comida Reutilizando tu Cannabis Vaporizado

Hoy voy a enseñarte una forma fácil de dar nueva vida a tus sobras de marihuana para hacer comida. Sí, escuchaste bien: ¡Es posible reciclar tu marihuana! ¿No es sorprendente cómo algo de lo que antes te hubieras deshecho ahora puede darte un nuevo subidón? Es lo más cercano a la magia de lo que la marihuana estuvo nunca. Sobre todo teniendo en cuenta que en época de vacas flacas obtener dos subidones al precio de uno te puede llegar a salvar la vida.

Qué necesitarás

– 15 gramos de marihuana vaporizada
– 1/2 taza de mantequilla o aceite, según tu preferencia (Nos extenderemos en este tema más abajo)
– Cacerola de tamaño mediano
– Espátula o utensilio de mezcla
– Bolsita de té vacía
– Un contenedor de plástico de tamaño mediano
– Balanza
– Hornalla

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Si te genera curiosidad la ciencia que se esconde detrás de la idea de reciclar tu marihuana, es necesario saber primero que el THC y todos los demás cannabinoides que componen tu flor se vaporizan a diferentes temperaturas. Vaporizar no quema el cannabis sino que lo hornea a altas temperaturas, dejando mucho THC en los cogollos. Deberías asegurarte de que cuando estés vaporizando, no lo hagas a una temperatura tan alta que se quede sin THC. Si la marihuana que te sobra se vuelve negra, significa que tu temperatura es demasiado alta. Debería ser de un marrón claro a oscuro.

Vaporizar no sólo es la forma más saludable de consumir nuestros preciosos cannabinoides, sino también la más económica. Además, puedes experimentar vaporizando combinaciones con otras hierbas curativas para cuidar tus reservas y hacer que te duren aún más. Te conviene tener un frasco de vidrio hermético al lado de tu vaporizador para usarlo como cenicero de todas las hierbas ya vaporizadas.

Bien, ahora hablemos de la parte divertida: las opciones que tienes para la infusión:

Canna-mantequilla

La mejor parte de preparar comida con marihuana que ya ha sido vaporizada es que puedes saltearte el largo proceso de activar tu canna-mantequilla. Como tus flores ya han sido calentadas por su primera ronda de vaporización, todos los cannabinoides ya están activados y listos para infusionarse directamente. La recomendación es darles un poco de calor e infusionar los restos en mantequilla o aceite, pero en un apuro puedes arrojar la marihuana ya vaporizada directamente en tu mezcla para brownies. La única advertencia de este método es que el sabor podría no resultar tan rico.

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La mantequilla ha sido una opción de larga data para los consumidores de cannabis debido a su alto contenido de grasa. Es fácil de infundir y hace que todo tenga un sabor asombroso. El THC, el CBD y todas las otras cosas buenas que están almacenadas en nuestras flores se unen a las moléculas de grasa, así que nuestro objetivo es conseguir una mantequilla con el mayor contenido de grasa posible. Para encontrar el contenido de grasa sólo hay que mirar la grasa saturada e insaturada en la parte de atrás del paquete. Recomiendo elegir una mantequilla sin sal y con al menos 7g de grasa saturada.

Aceite de Cannabis

La marihuana ya formada puede ser infundida en cualquier tipo de aceite de cocina incluyendo el de oliva, canola y, mi favorito, el de coco. Aún no he probado el aceite de aguacate pero ¡cuanta más grasa mejor! El coco tiene el mayor contenido de grasas saturadas pero el aceite de oliva y el de aguacate son los principales en las grasas monoinsaturadas. La manteca de cacao comestible es también una gran opción para la infusión, ya que posiblemente tenga el mejor sabor.

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Todas estas opciones de infusión son muy versátiles y se pueden incluir en cualquier receta que requiera mantequilla o aceite. No tengas miedo de pensar recetas de comida aparte del conocidísimo brownie de marihuana. Puedes ir por la ruta de la sal con un salteado de verduras, pan de maíz con mantequilla de cannabis, o puré de papas infusionado. Las posibilidades son infinitas.

¿Cómo se prepara?

– Pesar 15 gramos de tu marihuana ya vaporizada (puedes añadir menos o más, para ajustar la potencia que busques en el producto final).
– Pon tu marihuana vaporizada dentro de una bolsita de té y luego dentro de una cacerola vacía.
– Mide media taza de mantequilla derretida o aceite de tu preferencia y añádela a la cacerola con la marihuana. Si usas aceite de coco, tal vez quieras derretirlo primero en el microondas.
– Revuelve la mantequilla/aceite a fuego lento hasta que la mezcla comience a hervir.
– Hierve a fuego lento durante un mínimo de 20 minutos, revolviendo con frecuencia. Esto asegura que la mantequilla/aceite se infunda con su máximo potencial. Si tienes tiempo de sobra, no dudes en dejar tu cacerola a fuego lento durante un par de horas.
Una vez que te sientas satisfecho con tu infusión, retírala de la hornalla.
– Exprime toda la mantequilla/aceite de la bolsita de té llena y deséchela. Si has decidido mezclar tu marihuana directamente con la mantequilla/aceite, es hora de que la separes usando un colador. Debes colar la mantequilla/aceite en un recipiente de plástico. Es más fácil si lo hacen dos personas, una sosteniendo el colador y la otra vertiendo la sartén. Exprime toda la mantequilla/aceite restante del colador en tu tazón, y tírala.
¡Tu infusión ya está lista para ser utilizada!

¿Dónde la utilizo?

Pon tu mantequilla o aceite de cannabis fresco en cualquier receta, dulce o salada, y sé creativx. Tampoco tienes la obligación de usarla toda de una vez, ya que se mantendrá fresca en la nevera durante un par de semanas.

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Es un excelente ingrediente para las tostadas de la mañana antes de un día que promete mucho estrés.

Mi combinación favorita para realzar el sabor de la mantequilla/aceite de cannabis es con limón, pero siempre es emocionante experimentar y encontrar lo que sea de tu preferencia.

Por último: consuman sus golosinas de ganja con responsabilidad, amigxs míos, porque aunque cualquier cosa que hagan tendrá un sabor absolutamente delicioso, no deben olvidar que serán muy potentes.

Vía Weedmaps, traducido por El Planteo 

Imagen: Margo Amala