Errores Comunes: Qué NO Hacer al Cocinar con Marihuana

Hacer comestibles es una experiencia de aprendizaje. Aparte del hecho de que estás manipulando y cocinando con marihuana, también estás horneando, que es un arte temperamental. Aunque la dosificación puede llevar unos cuantos intentos hasta que salga bien, un comestible con mal sabor arruina una buena cantidad de porro, algo que debemos evitar.

Aunque no hay forma de protegerse contra todos los factores inesperados al cocinar con marihuana, hay algunos errores sencillos que se pueden evitar con un poco de previsión. Estos evitarán que tus comestibles tengan un sabor asqueroso y, lo que es más importante, que no te aniquilen con un solo bocado.

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A continuación, seis errores comunes a los que hay que prestar atención cuando se preparan comestibles.

Proporción de cannabis y aceite

“Menos es más” podría ser el lema de la marihuana, porque es preferible estar un poco colocadx que tener un ataque de ansiedad porque has comido un comestible demasiado fuerte. Incluso si quieres colocarte mucho, los lípidos del aceite sólo pueden unirse al cannabis hasta cierto punto, así que evita malgastar tu porro y tu dinero.

La proporción que buscas es de 1:1 -partes iguales de marihuana molida y aceite. Si quieres alargar la vida de tu cannabis, también puedes infusionar tu aceite con tallos de cannabis, recortes y flor vaporizada.

Recuerda descarboxilar

Antes de añadir el cannabis a tu receta, debes descarboxilarlo. Este proceso se produce cuando calientas el cannabis por sí solo y dejas que libere su efecto.

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Si añades cannabis crudo a una mezcla, tus comestibles tendrán un sabor terrible y nadie se colocará. Asegúrate de calentar el cannabis de antemano y de añadirlo una vez que se haya producido el proceso de descarboxilación.

No muelas demasiado el cannabis

Moler tu cannabis hasta convertirlo en un polvo fino hará que tu receta tenga un horrible sabor a pasto, y dará un tinte verde a tu aceite. La molienda fina también hará que sea más difícil colar la planta del aceite, dejándote con trozos de porro feos y de mal sabor en tus comestibles.

Prueba tu manteca

Si vas a hacer manteca de cannabis, recuerda ir probando sobre la marcha. La manteca es genial en los comestibles de cannabis, simplificando las recetas, así que es muy importante asegurarse de que sabes con qué estás trabajando, en términos de sabor y potencia.

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Antes de empezar a cocinar el plato principal, prueba una cucharada de la manteca de marihuana que planeas utilizar. Si cocinas con el tiempo necesario, tendrás una idea de lo fuerte que es tu manteca y de la cantidad que debes echar en lo que sea que estés horneando.

No te pongas creativx

Suena mal, pero si te sientes creativx, contente. A no ser que tengas amplia experiencia en repostería y en el manejo del cannabis, lo mejor es respetar la receta a rajatabla, para aumentar tus probabilidades de éxito y hacer un comestible que sea realmente… comestible.

Más vale prevenir que lamentar

Preparar comestibles es un proceso agotador, así que es lógico si te sientes cansadx y quieres ponerte a cocinar sin tener que hacer ningún paso extra. Sin embargo, si quieres que tus comestibles tengan algún tipo de uniformidad, asegúrate de utilizar las mismas cantidades de aceite infundido por ración.

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Si has preparado el aceite tú mismx y quieres saber lo fuerte que es, toma una cucharadita, espera una hora y ve cómo te sientes.

Vía The Fresh Toast, traducida por El Planteo.

Publicación original: septiembre 2022

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