Cómo Hacer Aceite de Cannabis Casero: Guía Paso a Paso

Por Marian Venini, con información de WeedWeek.

Muchas personas deciden comer cannabis, ya sea porque son pacientes de marihuana medicinal, porque no les gusta fumar o simplemente para explorar cosas nuevas. Hoy existen cada vez más productos para estas personas, pero… ¿Por qué no hacer tu propio aceite de cannabis?

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Al principio puede parecer difícil y hasta imposible, pero no temas: en este artículo explicamos todo sobre el aceite de cannabis, cómo fabricarlo y qué tipo de beneficios puedes esperar de él.

¿Qué es el aceite de cannabis?

El aceite de cannabis consiste en la extracción de los aceites naturales de la planta Cannabis sativa. El término “aceite de cannabis” puede aplicarse ampliamente tanto a los aceites ricos en CBD (cannabidiol) como en THC, de modo que algunos aceites de cannabis te colocarán, mientras que otros no.

Los distintos tipos de aceite de cannabis: THC, CBD y cáñamo

Puede surgir confusión ante la gran variedad de productos de cannabis, y los aceites de cannabis no son una excepción. De hecho, mucha gente piensa que aceite de cáñamo es lo mismo el aceite de cannabis. Mas no: son completamente diferentes. Lo único que tienen en común es que se derivan de la misma especie de planta. Para despejar todas las dudas posibles, aquí explicamos las diferencias entre el aceite de THC, el de CBD y el de cáñamo.

Aceite de THC

El THC es la razón por la cual la mayoría de las personas consume cannabis: es el compuesto psicoactivo, que “te coloca” o “pega”. De hecho, muchxs usuarios buscan que sus variedades de cannabis tengan la mayor concentración de THC posible.

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El aceite de THC, entonces, tendrá este compuesto psicoactivo. Las concentraciones del mismo pueden variar según la cepa, las condiciones de cultivo e incluso las diferencias individuales de la planta. Además, puede contener niveles significativos de CBD.

En cuanto a sus efectos medicinales, este tipo de aceite puede ser útil para suprimir las náuseas y los vómitos, particularmente en lo que respecta al tratamiento de quimioterapia. También se ha relacionado con la ayuda a pacientes de glaucoma, y a abrir el apetito con el famoso “bajón”.

Aceite de CBD

Los aceites derivados de la planta de cáñamo pueden contener altos niveles de CBD. Este compuesto no es psicoactivo, pero se le atribuyen muchísimas propiedades medicinales. Por ejemplo, se ha reportado que el aceite de CBD puede ayudar a mejorar los síntomas asociados a las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, la depresión, las migrañas y la inflamación.

Debido a que el cáñamo produce naturalmente pocas cantidades de THC, tu aceite de CBD no producirá efectos intoxicantes. Sin embargo, el porcentaje de THC presente puede influir en la legalidad del producto dependiendo de dónde vivas, así que ten en cuenta este factor.

Aceite de cáñamo

El aceite de cáñamo en sí no contiene ningún tipo de cannabinoide. Esto se debe a que se elabora en base a las semillas de la planta, que no poseen cannabinoides (estos se desarrollan recién en la planta madura). Se considera un superalimento, rico en ácidos grasos omega-3 y antioxidantes, y a menudo se utiliza como suplemento nutricional.

Cómo hacer aceite de cannabis

Antes de empezar, una advertencia: tu casa olerá muy fuerte a marihuana durante el proceso. Si esto te puede causar problemas, capaz deberías conseguir algún amigx que lo haga por ti. El olor desaparecerá una vez que pongas un corcho en la botella y ventiles tu casa.

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El aspecto más importante y desafiante de hacer aceite de cannabis es la infusión. Pero con un poco de práctica y atención, deberías ser capaz de dominar el proceso.

Ingredientes

La lista de ingredientes para tu aceite de cannabis es felizmente corta: sólo necesitas tus flores de cannabis más frescas y tu aceite a elección.

En cuanto a las flores de marihuana, ten en cuenta que deben estar lo más frescas posible. Además, debes considerar su procedencia, cómo fue cultivada (orgánicamente, usando nutrientes o pesticidas, etc.). Tanto las imperfecciones de la marihuana como el perfil de terpenos de la variedad tendrán una influencia en el sabor de tu producto terminado.

Lo mismo puede decirse en cuanto al tipo de aceite que elijas: tu aceite de cannabis tendrá el sabor del derivado en cuestión. La manteca ha sido tradicionalmente el estándar para hacer aceite de cannabis. Pero otros tipos de aceites, como los derivados del coco, palta u oliva, también pueden funcionar. Uno de los beneficios de trabajar con aceites de base vegetal es que también se pueden utilizar como hidratantes para la piel (especialmente el de coco).

Usa una proporción de 1:1. Es decir, una taza de cogollos por cada taza de aceite.

Materiales

Necesitarás una olla o cacerola (que puede ser de cocción lenta). Necesitarás además un colador o una malla, y un picador para la marihuana. Puedes cortar la marihuana con un cuchillo de cocina si no tienes un picador. Si tienes un termómetro digital también será útil, aunque no es absolutamente necesario.

Pasos para hacer aceite de cannabis

Primero, tendrás que picar tu marihuana. Ten en cuenta que moler un poco es suficiente: no te pases. Si la materia vegetal es demasiado fina, puede terminar acumulándose en el fondo del frasco, afectando el color y el perfil de sabor de tu aceite. El objetivo es que el aceite sea lo más puro posible, y esto se logra cortando la marihuana en trozos más grandes.

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A continuación, vierte el aceite y el cannabis en tu olla, cacerola u olla de cocción lenta. La temperatura de cocción es clave: el objetivo es infundir la marihuana en el aceite a fuego lento. Quemar o hervir la marihuana resultará en un aceite rancio. Además, aniquilará los cannabinoides. Vigila la olla, asegurándote de que la temperatura nunca supere los 120 °C (245 °F). El uso de un termómetro es ideal para controlar la temperatura, pero, si la estás observando, mantén la hornalla a una temperatura media-baja y asegúrate de que no se acerque a un punto de ebullición. Añadir pequeñas cantidades de agua puede ayudar a bajar la temperatura si es necesario.

Si utilizas una cacerola, el tiempo de cocción suele ser de 3 horas. Si utilizas una olla de cocción lenta, puedes ponerla a baja temperatura y dejarla de 4 a 6 horas.

Al pasar este lapso de tiempo, tendrás que colar el aceite a través de la malla o colador de metal, y embotellarlo. El material vegetal restante no se puede secar ni fumar, pero puedes utilizarlo como ingrediente novedoso y experimental en otras preparaciones.

Cómo cocinar con aceite de marihuana

El aceite de cannabis puede ser un ingrediente de cocina extremadamente versátil. No te quedes en el cliché del brownie loco. Puedes probar agregar aceite de cannabis a todo. Todo. Al café, a salsas, a la ensalada, a las carnes, a chocolates… el único límite es tu imaginación. Aquí te dejamos un par de recetas para que pruebes.

Efectos del cannabis comestible

La forma en que consumes marihuana tiene un gran impacto en la experiencia. No es lo mismo inhalar cannabis (que produce un efecto inmediato), a comerlo, o a aplicarlo tópicamente.

Cuando se consume marihuana en comestibles, los efectos tardan mucho más en aparecer. A veces pueden tardar una hora, o más. Cada persona metaboliza a ritmos diferentes, según su peso corporal, genética, nivel de hidratación y otros factores. Así que se recomienda esperar una hora antes de consumir más de la dosis inicial.

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Además, comer marihuana prolonga los efectos mucho más tiempo que fumar: pueden durar hasta 12 horas. Por lo tanto, recomendamos consumir comestibles con el resto del día despejado, sin obligaciones ni trabajos pendientes o actividades riesgosas.

Publicación original: diciembre 2020

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